lunes, 12 de octubre de 2015

SOY UNA CONSPIRANOICA



 
SOY UNA CONSPIRANOICA

Conspiranoico, en lengua hispana, deriva de la asociación de dos términos bien definidos, conspiración y paranoico.

Se dice de la persona que tiene la ridícula creencia de que un gobierno puede mentir, o que un grupo de personas u organizaciónes pueden llegar a conspirar con fines egoístas, perversos o malintencionados.  

Por descontado, la causa fundamental de la creación peyorativa del término "conspiranoico" se debe a la opinión general de que no existen ni pueden existir las conspiraciones, más bien todo lo contrario.
Es bien sabido que los gobiernos son íntegros, los políticos incorruptibles, los sacerdotes elevados seres espirituales y ninguno de ellos miente, ni comete fraudes, ni estafa, ni planifican ni conspiran en ninguno de los casos.

Al fin y al cabo organizaciones y sociedades tales como la Banca Mundial, la CIA, el KGB, la Masonería, el Sionismo, el Vaticano, las Corporaciones Privadas o el grupo Bilderberg;
¿Para qué están?
Ninguna de estas organizaciones guarda celosamente su motivación y esmero, ni se manejan bajo las sombras, ni son producto de reuniones clandestinas ni secretas.
¿Será porque solo apuestan por la transparencia y el bien de la humanidad?
Claro, como no tienen nada que ocultar...

Realmente... sería estúpido pensar que pudiesen llegar a conspirar algo...

¿Cómo una idea tan peregrina y absurda puede pasar por la mente de una persona en su sano juicio?

¿En base a qué ridícula sensación cualquier hijo de vecino puede llegar a cuestionar su inmaculada dedicación fuera de toda duda?

Tengamos en cuenta también, que como las conspiraciones no existen, todos los que han sido condenados por los Tribunales por conspiración a lo largo de la historia han sido víctimas de un error judicial.

Es más, si en la Historia alguna vez ha habido algún tipo de conspiración, a partir de la expansión de aquellos conspiranoicos chiflados que se les ocurrió nombrar tan inadmisible, irracional y aberrante palabra, de ahora en adelante y por decreto ley, ya no se va a descubrir ninguna conspiración más.

Desde que se inventó la palabra "conspiranoia", ¡ya no existen las conspiraciones!
¡Qué maravilla!

Inventaremos la palabra "torturanoia" para que dejen de existir las torturas.

Crearemos el término "asesinoico" para que cesen los crímenes.

Idearemos las "teorías de la ambición", para que el mundo, de un plumazo, se vuelva altruista y solidario por decreto ley. 

A pesar de tan disparatadas premisas, los conspiranoicos han llegado al punto, en su demente locura, de crear canales propios en you tube para expandir su irreflexiva y perturbada visión del mundo.

Han escrito libros, dado conferencias y dedicado sus vidas a la ridícula pretensión de manchar el honor incuestionable de aquellos señores, cuerdos, lúcidos, paternales e intachables gerifaltes que dominan el inmejorable mundo en que vivimos.

Los Conspiranoicos han contagiado, en su esquizofrénica manía delictiva, a jueces y abogados, a periodistas, médicos e historiadores; funcionarios de prisión y hasta señoras de andar por casa; que no todas son lo que parecen...

Han llegado, en su osada cruzada demencial, a poner el impecable orden mundial en tela de juicio!

Han cuestionado a las farmacéuticas, a las empresas de alimentación, a los inmaculados medios de comunicación, a las democracias, a los estados nación, al FMI y hasta a la NASA.
A la ONU y al santo oficio!

Con el talante que solo da una profunda transformación de su trastorno interior, están dispuestos a derribar, a golpe de información, infinita paciencia, entrega y dedicación, los sagrados pilares en los que se basa su invención sobre la injusticia más despiadada, el crimen organizado o la destrucción del hombre, si es que alguna vez lo hubo...


No ha sido fácil...

Ser conspiranoico supone, a fecha de hoy, haber pasado un costoso proceso para poder llegar a digerir, transmutar e integrar las más abyectas historias de terror imaginables.

Supone estar muy bien documentado, tener la mente abierta, estar conectado con lo mejor de uno mismo, ser sabio, tener capacidades propias, estar en el mundo y serlo a la vez.

Para ser conspiranoico es necesario hacer varios masters privados de crecimiento personal, de periodismo, de política, de humanidades, de historia, de ciencias, de medicina y nutrición; de antropología, arqueología, astronomía, esoterismo y magia negra.
Es necesario graduarse en control mental, psiquiatría y psicología de masas
Diplomarse en religión, teosofía, mitología y espiritualidad.

Ser conspiranoico, a fecha de hoy, supone estar muy evolucionado.

A vosotros Conspiranoicos, porque vuestro es el futuro que ya está aquí.
Porque sois la reserva de la humanidad y el último bastión de la conciencia del hombre, Sois el motor de un despertar que solo puede ir ya hacia adelante.

A vosotros, por la intención manifiesta de ser cada día mejores.

A vosotros, conspiranoicos, por ser esos locos que iluminan la cuerda que a todos nos une.

Por lo que a todo esto y a fecha de hoy, puedo decir y digo públicamente que sí.

Soy una conspiranoica.


 Bienvenidos TriPulantes.

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