domingo, 15 de marzo de 2015

EL GRAN ARQUITECTO


El término de Gran Arquitecto se ha convertido en un gran problema, desde el momento en que muchas de sus interpretaciones se volvieron dogmáticas.

El concepto de Dios como Geómetra, es una concepción derivada del antiguo despotismo oriental.


El Corán, curiosamente y como diferencia notable con el catolicismo, prohíbe cualquier representación icónica de Alá, e identifica la divinidad con el UNO. Dios sería representado por la abstracción geométrica, convirtiéndose Dios así en Geometría Pura.

En las constituciones de Anderson de 1973, se hace alusión a Dios como El Gran Arquitecto del Universo.
Los Masones, en su gran mayoría, adoran a un Dios que llaman el Gran Arquitecto del Universo.

El símbolo que ellos han elegido para representar a su Dios es “El ojo que todo lo ve”

El mismo que los egipcios utilizaron para representar a su Dios pagano, Osiris.

Nos ha quedado claro a través de innumerables ejemplos que las Elites Illuminatis, veneran a un Dios de índole Satánico. Para un escéptico esto podría sonar dentro del campo de la locura, pero analizando fríamente nuestro entorno, en cada detalle de nuestra vida, podremos llegar a distinguir una latente manipulación impuesta desde las sombras. Si bien es cierto que esta sombra forma parte de cada uno de nosotros, por el momento, aun estamos muy lejos de reconocerla dentro, y no fuera.

Para la Masoneria liberal o adogmatica, exigir el principio de creencia en un Ser Supremo supone establecer un límite a la libertad de la conciencia, y esta se contradice con los principios masónicos, por lo que la creencia en el GADU ni su invocación, deberían establecerse como norma.

Existen dos corrientes diferenciadas dentro de la masonería: Deístas y teístas

Los teóricos de Altos grados (donde estarían los iluminati), y los ejecutantes que ignoran los verdaderos objetivos de la masonería, donde podrían entrar un incontable número de funcionarios y altos funcionarios.

En Latinoamerica, por ejemplo, Simón bolívar o Allende eran Masones. Queda por aclarar si eran conscientes del verdadero papel que estaban desempeñando.

Para los Masones Deístas, Dios sería una entidad que habitaría dentro de una representación mental nuestra; Rechazan todo tipo de dogmas y su entidad sería Incognosible.

Los deístas, creen en Dios como un mero gestor de las leyes cósmicas y, por descontado, tampoco creen en avatares ni en intermediarios angélicos.

A diferencia de los Deistas, Los Teistas conciben un Dios Providente, que dirige la historia hacia algún tipo de fin, y creen en los ángeles y entidades relacionadas. Recordad, que lo que conocemos como “ángeles”, bien podría ser canjeados por “Arcontes”.

Para la masonería Teísta, el GADU representa al Ser Supremo; un principio masónico que en esta corriente se considera esencial, por lo que la creencia en el mismo y su invocación, a través de la práctica del rito, resultan prácticamente imprescindibles.

Manly Palmer declaró que la masonería tenía una orden visible e invisible.

La esencia de los Illuminatis sería adorar a Lucifer, y el satanismo que proclaman nuestras elites gobernantes, no sólo exuda por sus poros, si no que resulta tan evidente que, de muchas maneras, se burlarían, con todo tipo de escenificaciones bien publicitadas, de todos aquellos a los que llaman Goyms. (imágenes de ojos de famosos etc).

Por ejemplo, Albert Pike, Mason de grado 33, fue un líder destacado de los caballeros del ku kus klan, y a su vez el gran maestro de un grupo luciferino llamado Paladium.

Palladium es una sociedad secreta satanista, en la que estarían involucrados muchos de los masones denominados teístas.

El nombre de Palladio viene de Pallas y se refiere a la sabiduría y al aprendizaje..

Palladium sería una secta anticristiana esotérica fundada en el siglo XVIII por altos representantes de la masonería. El término aparece en una supuesta correspondencia entre Pike y Giuseppe Mazzini.

Para los Palladistas, el ídolo es la imagen de Baphomet de los Templarios.

Y el pináculo de la cultura intelectual satanista, o más bien el culto a Lucifer como principio de laicidad e iluminación, sería la Oda a Satanás. Los Masones Teistas serían por consiguiente los amos de la sociedad, también llamados Illuminatis o "invisibles".

Lewis Spence, en una enciclopedia del Ocultismo de 1920, declaró que "La Orden de Palladium, fundada en París el 20 de mayo 1737, o “Consejo Soberano de la Sabiduría" era una “orden masónica diabólica"

En 1.801 el Judio Isaac Long llevo la estatua de Baphomet (Satán) a charleston, south carolina en el paralelo 33.

Se estará confundiendo al Gran Arquitecto o Gran Diseñador universal, algo que va mucho más allá de rituales y manipulaciones interesadas, con un simple constructor-usurpador-estelar o Arconte?

El gran Arquitecto forma parte de nuestra programación genética y está en todo y lo es todo. Ninguna criatura de este universo o de otros que forman las multiples dimensiones existentes, podrían invocar jamás su nombre para luchar por ningún tipo de causa.

El Gran Arquitecto jamás tuvo un pueblo elegido.

El gran arquitecto es albedrío y principio de no-interferencia en estado puro.

Llevamos dentro al Gran Arquitecto en nuestro código genético. Patrón que responde a su vez a la creación misma del universo al completo.

El Multiverso es como un gigantesco holograma que contiene en si todos los universos y a todas y cada una de sus partículas; pero no queda ahí la cosa. lo más relevante del caso, es que además, el conjunto del holograma al completo se encuentra, integro, en el interior de la más diminuta de sus partículas.

Todas las cosas se encuentran en el todo y el todo se encuentra contenido en lo más diminuto de todas las cosas, de ahí la parábola que utilizo Jesus de Nazareth con la mostaza.

La más pequeña de todas las semillas en todo el mundo” (Mc 4,31). Y cuando ha crecido, ese diminuto grano de mostaza aparece “como la mayor de todas las hortalizas y echa grandes ramas de modo que las aves del cielo pueden anidar a su sombra” (Mc 4, 32).

Para ir actualizando toda esta flagrante confusión, “el ojo que todo lo ve”, desde el argot de la física cuántica, equivaldría a lo que se denomina “el observador”, y bien es sabido a estas alturas, que “ese observador”, somos cualquiera de nosotros.

Esta idea, completamente científica, nos posiciona de golpe en el centro mismo de la creación, y nos responsabiliza, por encima de cualquier otra opción, de todo cuanto vemos manifestado en el mundo de la materia.

Religiones, logias y todo tipo de subterfugios habrían tenido entonces un sentido muy interesado, y queda ahora en evidencia con la caída de este velo…

Nuestra total relevancia en este juego de creaciones y realidades, fue relegada a ese “gran arquitecto”, como si de algo ajeno a nosotros se tratase, y consecuentemente fuimos privados de cualquier opción. Así como nos resultó fácil delegar nuestras responsabilidades a Satanás, nuestros incomprendidos dioses o, en definitiva, a un universo malvado que nos abandonó, en cualquier agujero oscuro de alguna de sus más hediondas cloacas.

Ha llegado el momento de ser luces de la consciencia..?

Seamos entonces protagonistas de este maravilloso despertar.





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