domingo, 1 de noviembre de 2015

LA INFORMACIÓN DE LOS DESINFORMADORES




LA INFORMACIÓN DE LOS DESINFORMADORES.

Cuántas veces hemos escuchado hablar de desinformación o desinformadores. Cuántas coletillas con esta etiqueta tan versátil, multiusos y apañada según los casos de la visión de cada cual.

La televisión está llena de desinformación.

 Y en el mundo de la conspiración unos a otros se tildan de Desinformadores, utilizando el término con frialdad e indiferencia.

Para empezar, si "in-formación" fuese lo contrario de formación, ya que el prefijo "in" no deja claro si se incluye o se excluye según los casos, podríamos llegar a pensar que des-informar, nos puede llevar en cierto modo, a la verdad, ya que el prefijo "des", anularía al prefijo "in", que a su vez invalida la posible idea de la "formación".

in-cauto, in-consciente, in-validez son lo contrario de cauto, consciente y validez.
y así podríamos seguir con una extensa lista donde, el prefijo in, anuncia "lo contrario-de":

In-accesible, in-acción, in-aceptable, in-coherencia, in-aplazable, in-competente, in-alambrico, IN-AGOTABLE... ¡!

Y así una lista fijada por el diccionario que asciende a la friolera de 1317 palabras.

¿Porqué extraña, absurda o retorcida razón, el in, de in-formación, habría de ser una in-usual salvedad?

Si información es lo contrario de formación, e informar lo contrario de formar... ¿Que nos quieren decir en la televisión cada vez que ponen un informativo?

Pues que nos in-forman, claro está. Justo lo contrario de FORMARNOS.

Formar, significa dar forma en la materia, constituir o crear algo.

De-formar significa "alterar la forma de una cosa".
In-formar, según el valor de su prefijo, significa entonces lo contrario de lo pretendido: Es decir, hacer lo contrario de formar. Negar la información, para ser más exactos.

Llegados a este punto, des-informar, puede sonarnos ya un poquito mejor.
 Teniendo en cuenta que, todo cuanto se ha dicho en los in-formativos ha estado pretendiendo lo contrario, no iríamos tan mal encaminados...

Vemos una vez más, cómo tácitamente el ciudadano acepta la propia negación de la formación con cada informativo, pues se lo dicen todos los días a las claras, de modo que nadie podrá decir que "no estaba bien avisado".

Si aceptamos, sin embargo, el término información como la "cualidad de transmitir datos útiles en la comunicación", veríamos que poco o nada se ha estado formando a través de los medios oficiales.


Y siguiendo esta pista aun más en profundidad, veremos como en el universo todo cuanto existe es información, pues todo es una creación de la mente y para el universo todo vale; cualquier dato aportado por la mente creadora es tan válido como su contrario.
El termino desinformar, según este dato, carecería pues de todo sentido.

Todos informan, todos ofrecen datos, todos los datos valen y a la vez ninguno tiene validez.

Todo son verdades a medias, todos los opuestos son reconciliables, cita el Kybalión.

Llegará un día en que aprendamos a dejar fluir libremente esa información, y nos quedemos con lo que más se adapte a nuestras necesidades, sin perder el tiempo en juzgar algo que está ahí, y puede o no ser integrado por cada cual según su albedrío; que dejará de ser libre en tanto en cuanto rechacemos cualquier propuesta, sea la que sea, en base a programas establecidos; convirtiendo la verdadera oportunidad de formación, en una resistencia.

Queda claro que todo ha sido dispuesto para ser descatalogado sin dilación y a la primera de cambio, en cuanto se aparte de lo establecido.

Queda claro que la confección de la información en el mundo ha formado, desde luego… pero,
 ¿qué ha formado?

Si lo que llamamos desinformación ha sido el pan nuestro de cada día, y esto ha formado resistentes programas cincelados a golpe de información, durante intensos programas de televisión dedicados a eso, pues así se llaman, precisamente "programas":

¿Qué le quedará al mundo cada vez que algo se pronuncie en un sentido verdaderamente formativo?

¿Se activarán incontables resortes como defensa del adoctrinamiento general?

¿Se confundirá la formación con la in-formación o la desinformación, porque así ha sido trampeado para el inconsciente colectivo desde los albores de la humanidad? 

Dejamos estas cuestiones para la reflexión…

No informen, porque desinforman. No deformen, porque informan, No intenten formar, porque todos dudarán de todo cuanto se dice...

Menos en la tele, que ahí sí, la formación continúa siendo un rotundo éxito.

Como propuesta, desde TriPulantes apostamos por una formación liberada de programas y cadenas ancestrales.

Por un mundo donde cambiemos la desinformación por el derecho a equivocarnos; por la NECESIDAD DE EQUIVOCARNOS.

Pues toda la verdad será vista a la luz del día, mientras los unos apuesten por los otros, en una consideración flexible como nunca se ha visto.

Por la formación de un mundo preñado de desinformadores.

Por vosotros, TriPulantes.

Seamos testigos de este imparable despertar.






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